¡No, es no!, sí, así como lo lees. Tal vez te resulte muy incómodo comenzar a decir no sin sentir culpa, sin embargo, más incómodo es seguir creyéndote que “tienes que” complacer a los demás, hacer lo que no quieres o no te gusta, solo por ser ”aceptado”, entre otras cosas.
Antes de continuar, quisiera dejarte algo claro y es que si sueles poner por encima de ti las necesidades de los demás y estás convencido que es lo correcto, ”decir no” te resultará más difícil sin sentirte culpable…
¿Que es lo peor que puede pasar?
Toma nota interna y si lo deseas, compártelo con nosotros en los comentarios.
¡Y no pasa nada! Tu ritmo no es igual al de los demás. ¡Tómate tu tiempo!
Es muy probable que lo más difícil de “decir no” sea comenzar a hacerlo, pero cuando notes los cambios y el alivio que vas a experimentar, muy probablemente te preguntarás ¿porqué no lo hice antes?…
No es un secreto para nadie que durante un largo tiempo ”todos” en algún momento, hemos sido condicionados a decir ”sí a todo” y tú no eres la excepción, incluso los que están a tu lado también están acostumbrados a esperar siempre de ti un ”sí”. No es algo que se logre de la noche a la mañana, este proceso de cambio necesitará tiempo, trabajo y compromiso de tu parte, también algo de paciencia y tolerancia, pues al principio es importante que entiendas y te prepares para ser rechazado, recibir una mala cara o una respuesta incómoda. Recuerda que el otro, también tiene sus necesidades y responde desde su historia…
Sin embargo, aunque te asuste hacerlo, te invito a intentarlo.. Una vez que hayas dado el primer paso y lo repitas una y otra vez, los demás se acostumbrarán y tú empezarás a disfrutar de cada NO que necesites decir.
Aprender a decir NO es comenzar a establecer límites sanos. Es darle prioridad a tus necesidades y deseos. Es tener claro lo que quieres dar y lo que quieres recibir. Es de alguna manera quitarle el poder que le has permitido a otros tener sobre tu vida, tus gustos y hasta tus emociones. ¡Es tomar responsabilidad por tu vida!
Para dar esos primeros pasos comienza a conocerte, a escuchar tu diálogo interno, ese que te dice que necesitas detenerte. Aprende a tratarte de manera más amorosa y paciente… permítete ser tú, humano, genuino, vulnerable…
Establecer límites no es otra cosa que dejar de ”decir sí” cuando realmente quieres ”decir no”, porque justo en ese momento es cuando comienzas a cuidar de ti mismo, a hacerte responsable de lo que piensas y sientes, de lo que buscas, de lo que encuentras, de lo que das y lo que recibes.
Recuerda que viniste a este mundo con un propósito de vida y no es precisamente acumular esa carga emocional que no te corresponde.
Así que aunque sientas que ”decir no” y establecer límites te está generando ansiedad, miedo, o incertidumbre, no te detengas, ve más allá… reconoce y respeta tus propios valores: cultiva la confianza en ti, permítete sentir y ¡hazle caso a tu intuición!
¡Decir NO! no es un pecado, tampoco dejas de ser ”bueno” por hacerlo, no, no y no…
¿A qué te gustaría decirle no de manera definitiva?
¿Qué límites necesitas establecer en tu vida?
Toma nota interna una vez más…
Me vas contando…
Juntos en tu proceso de sanación y transformación, ¡la seguimos!
najiba
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Me encantaria decir no precisamente a eso que hablabas que siempre digo un si para que la otra persona no se moleste y sigaaceptandomeo porque siento que sil digo que no. Pues se perderia la amistad o esa persona se molestaria con migo. ElLIMITE QUE ME GUSTARIA ESTABLECER EN MI VIDA SERIA EL MIEDO LA ANSIEDAD ENFTENTAR MIS TEMORES
Decir sí para ser aceptados es muy común cuando no nos valoramos lo suficiente.
Solicita el Encuentro de Orientación en la página web najibae.com y
nos encontramos.
¿Te parece bien?