El otro no es tóxico, solo está herido emocionalmente

¿Cuántas veces has llamado tóxica a otra persona?

¿Cuántas veces te has detenido a pensar qué tan tóxico eres tú? Te incomoda imaginarte la posibilidad, ¿cierto?

No existen las personas tóxicas. Ni tú ni yo somos tóxicos, solo estamos heridos emocionalmente…

Sí, ¡somos humanos y vulnerables!

Es muy común que con el tiempo te hayas hecho la idea de que existen “personas tóxicas”. Se nos ha hecho cotidiano calificar al otro como tóxico solo por el hecho de que tengamos dificultades para relacionarnos, de que actúe diferente a nuestras expectativas, a lo que “creemos correcto”.

Esa persona que llamas “tóxica”, probablemente está intentando sanar desde su historia, igual que tú, igual que yo.

Es probable que tú también hayas tenido la necesidad de querer controlarlo todo, decirle al otro lo que tiene que hacer y culparlo de lo que te sucede.

Detrás de su historia, también hay un pedacito de ti y un pedacito de mi…

Recuerda, el otro no necesita que le digas tóxico, eso no le ayuda, eso no te ayuda, eso hace más grande su herida.

¿Y si comenzamos a llamarnos por nuestros nombres?

¿Y si comenzamos a escuchar otras historias?

¿Y si comenzamos a ser más empáticos y menos descalificadores?

¿Y si comenzamos a sentir la necesidad del otro?

¿Y si comenzamos a darle importancia a lo que decimos online y offline?

No le digas tóxico cuando el juicio sale de ti.

No le digas tóxico cuando lo calificas desde tu historia.

Su intención no es hacerte daño, hace lo mejor que puede.

Sé paciente y amoroso con él… contigo.

No necesita escuchar que le digas tóxico, necesita que lo escuches…

Necesita expresar sus necesidades.

Necesita de ti y de mi.

¡Hazle ver la posibilidad del cambio que desconoce!

¡No es tóxico, solo está herido emocionalmente!

Me vas contando…

Juntos en tu proceso de sanación y transformación, ¡la seguimos!

najiba

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