Fue y está siendo muy agradable. Me has ayudado a identificar emociones y/o sentimientos que no podía ver.
Después de cada sesión me queda una sensación de bienestar y las ganas de trabajar en los aspectos que fuimos descubriendo durante la conversación. El trato me pareció siempre amoroso.
Estás dispuesta a escuchar, a ayudar, a ofrecer tus conocimientos como herramientas de sanación para nuestros procesos.
Considero que aún no terminé el programa y esto se debe, probablemente, a que hace falta más trabajo y a que he perdido un poco de constancia.
Tenía un sentimiento de culpa muy fuerte. Ese sentimiento no se ha ido por completo, pero ha disminuido. En realidad no había hecho nada anteriormente.
En algún momento, hace muchos años, tome dos sesiones de psicoanálisis y me sentí juzgado por el psicoanalista, pero esto fue hace muchos años. Si tuviese que comparar las sesiones, diría que la diferencia está en la forma de abordar el “problema”, el CMR de una forma mucho más emocional y el psicoanálisis de una mucho más racional. Al menos esa es mi sensación.
La recomendaría porque los avances son notorios desde la primera sesión y porque yo estoy convencido en que la salud empieza por uno mismo, por los pensamientos y sentimientos que nos habitan día a día.
Este programa te ayuda a trabajar en eso.